Olvídate de la rutina: la venda de ojos de KINK es la puerta de entrada al misterio y la anticipación. Diseñada para cubrir los ojos por completo, te invita a dejarte llevar por el suspense y la emoción, añadiendo ese toque de enigma que hace que cada juego de rol o sesión de sumisión sea única.
Esta pieza no solo presume de comodidad gracias a su banda elástica ajustable, sino que también derrocha estilo con su diseño pensado para adaptarse a cualquier cabeza. La gama de colores y materiales de alta calidad de KINK asegura que, tanto si eres novato como veterano en el BDSM, encuentres el antifaz que encaje con tu personalidad y tus ganas de aventura.
Lo que debes saber
La venda de ojos de KINK está diseñada para cubrir los ojos completamente, aportando ese plus de sorpresa y anticipación a tus juegos. Disponible en una amplia gama de colores y materiales, siempre con el sello de calidad de la marca.
El ajuste es comodísimo gracias a su banda elástica, pensada para que no se mueva ni en los momentos más intensos. Elige entre diferentes estilos y déjate llevar por el placer de lo desconocido.
| Para quién | Pareja |
| Color | Negro, rojo, dorado, plateado, morado, azul |
| Medidas | 18,5 x 8 x - cm |
| Material | Satén, cuero, cuero vegano, encaje |
| Zona a estimular | Vista |
| Formato | Antifaz |
¿Para quién es?
- Quienes buscan añadir misterio y sensualidad a sus juegos.
- Parejas interesadas en roles y sumisión.
- Amantes del BDSM que valoran la comodidad y el estilo.
- Personas que disfrutan de accesorios ajustables y de calidad.
La venda de ojos de KINK es ese toque de intriga que transforma cualquier encuentro en una experiencia de alto voltaje, sin renunciar jamás al confort ni al estilo.
El consejo de la sexóloga
Si quieres llevar tus juegos de pareja a otro nivel, la venda de ojos de KINK es un básico. El control y la anticipación que genera cubrir la vista pueden disparar las sensaciones y la complicidad. Escoge el color y material que más te inspire y déjate sorprender por lo que ocurre cuando uno de los sentidos se apaga y el resto se enciende. La clave está en la confianza y en disfrutar del viaje.
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