¿El BDSM duele?
Puede. Pero solo si quereis. El dolor es una herramienta más del placer, no una obligación.
¿Necesito mucho material para empezar?
Para nada. Unas esposas, una cuerda o una venda ya pueden abrir un mundo de sensaciones. Luego puedes ir ampliando tu arsenal.
¿Y si me da vergüenza?
Totalmente normal. Pero te aseguramos que el morbo puede con la vergüenza. Hablad, reíros, disfrutad. El BDSM también es juego.
¿Hay que ser experto para practicarlo?
No. Basta con tener curiosidad, respeto por el/la otra y muchas ganas de explorar.
¿Dónde marco los límites?
Donde tú quieras. BDSM no significa hacer de todo, sino hacer lo que te da placer, dentro de tus reglas.