Si buscas llevar el silencio y la sumisión a otro nivel, la mordaza de gancho de metal ajustable de KINK es tu billete directo al lado más atrevido del BDSM. Aquí no hay medias tintas: solo control, firmeza y un diseño que grita “aquí mando yo” sin perder el toque de comodidad que necesitas para disfrutar de la sesión.
Esta pieza de KINK no solo presume de un estilo industrial cañero, sino que también apuesta por la seguridad y la funcionalidad. Ajustable para adaptarse a cualquier cabeza, está pensada para quienes quieren experimentar el poder del silencio, la sumisión y el control, sin renunciar a la calidad ni al placer. Olvídate de lo aburrido: aquí cada detalle cuenta y cada sesión promete ser inolvidable.
Lo que debes saber
La gama de mordazas de KINK está diseñada para quienes buscan diversidad de estilos, materiales y colores, siempre con la seguridad y la comodidad por bandera.
Esta mordaza de gancho ajustable combina metal para mayor durabilidad y un aire industrial que no pasa desapercibido. Perfecta para quienes quieren sesiones intensas y controladas.
| Para quién | Pareja |
| Medidas | 20,0 x 14,0 x 10,0 cm |
| Peso | 0,08 kg |
| Material | Metal |
¿Para quién es?
- Quienes buscan experiencias BDSM con control y sumisión.
- Parejas que quieren explorar nuevas sensaciones en el juego de roles.
- Amantes del estilo industrial y la funcionalidad en sus accesorios.
- Personas que valoran la calidad y la seguridad en sus sesiones.
La mordaza de gancho de KINK es la opción perfecta para quienes quieren dar un paso más en el juego BDSM, apostando por el control, el silencio y la comodidad sin renunciar al estilo.
El consejo de la sexóloga
Si buscas un accesorio para intensificar el control y la sumisión, esta mordaza de gancho ajustable de KINK es una apuesta segura. Su diseño en metal aporta ese toque industrial que tanto gusta en el BDSM, mientras que la ajustabilidad garantiza comodidad y seguridad. Recuerda siempre consensuar los límites y mantener una comunicación clara antes de empezar la sesión. El placer está en los detalles y en la confianza mutua.
