Olvídate de medias tintas: el Aari de PRETTYLOVE es el vibrador que convierte el placer en un asunto serio. Aquí no hay excusas: 10 funciones de vibración y 10 de golpeteo para que el clítoris se lleve el protagonismo que merece. Si buscas una experiencia que pase de lo clásico a lo travieso en segundos, este juguete es tu pasaporte directo.
¿Te va el control? Pues toma APP y que empiece el meneo a distancia. Lo mismo te apetece un pulso lento que un festival de vibraciones rápidas; con el Aari, tú mandas el ritmo y el cuerpo responde. Y sí, la silicona y la recarga magnética USB lo ponen fácil para que solo pienses en disfrutar, sin dramas ni complicaciones.
Lo que debes saber
Este vibrador para parejas de PRETTYLOVE llega con 10 modos de vibración y otros 10 de golpeteo, así que aquí la rutina no tiene hueco. El control por APP añade ese toque de travesura que convierte cualquier encuentro en una aventura.
La silicona y la recarga USB magnética hacen que el Aari sea un juguete práctico y siempre listo para la acción. Si buscas variedad y potencia, este es tu billete de ida al placer sin rodeos.
| Para quién | Pareja |
| Vibración | Sí |
| Velocidad | 10 modos de vibración |
| Con APP de móvil | Sí |
| Material | Silicona |
| Batería | Batería |
| Formato | - |
¿Para quién es?
- Parejas que buscan placer intenso en el clítoris.
- Quienes quieren variedad con 10 modos de vibración y 10 de golpeteo.
- Amantes de la tecnología con control por APP.
- Personas que valoran la silicona y la recarga magnética USB.
El Aari es el aliado perfecto para quienes quieren que el placer deje huella y la rutina ni se asome por la puerta.
El consejo de la sexóloga
Si buscas un vibrador para parejas que lo tenga todo, el Aari de PRETTYLOVE es una apuesta segura. Sus 10 modos de vibración y 10 de golpeteo permiten experimentar y personalizar cada encuentro. El control por APP añade ese punto de picardía y complicidad, ideal para quienes quieren innovar en pareja. La silicona y la recarga magnética lo hacen práctico y siempre a punto.
