Bodystocking
Un bodystocking no cubre, insinúa. Es esa segunda piel que transforma tu cuerpo en una fantasía visual y convierte cualquier habitación en un escenario. ¿El plan? Que te lo pongas y que nadie quiera que te lo quites.
Un bodystocking no cubre, insinúa. Es esa segunda piel que transforma tu cuerpo en una fantasía visual y convierte cualquier habitación en un escenario. ¿El plan? Que te lo pongas y que nadie quiera que te lo quites.