¿Buscas algo que te saque del “más de lo mismo”? El estimulador vibrador y rotatorio de Ibiza viene con dos motores independientes para que elijas entre vibración, rotación o ambos a la vez. Aquí no hay medias tintas: cada uso es una fiesta privada para tu cuerpo.
Con 10 modos de vibración y otros 10 de rotación, este juguete te permite personalizar el placer como quien elige playlist: del susurro al rugido, tú mandas. Su silicona premium y ABS miman tu piel, y su diseño ergonómico se adapta a ti sin dramas. ¿Te va el agua? Adelante, porque es resistente y la carga magnética USB te olvida de los cables. El parque de atracciones del placer abre 24/7.
Lo que debes saber
Ibiza lo pone fácil: vibración y rotación para una doble estimulación interna y externa, con materiales seguros y una textura suave que invita a repetir.
La zona insertable es de 9,5 cm, perfecta para quienes buscan intensidad sin renunciar al confort. Y sí, puedes usarlo en la ducha: aquí el placer no se moja, se desata.
| Para quién | Mujer |
| Color | - |
| Medidas | 18 x 9,3 x 5 cm |
| Longitud insertable | 9,5 cm |
| Batería | Batería |
| Material | Silicona, ABS |
| Zona a estimular | Punto g |
| Resistencia al agua | Sí |
| Vibración | Sí |
| Velocidad | 10 modos de vibración, 10 modos de rotación |
| Textura | Suave, aterciopelada |
| Formato | - |
¿Para quién es?
- Para quienes buscan doble estimulación con vibración y rotación.
- Ideal para estimular el punto G con movimientos circulares.
- Perfecto para quienes valoran materiales seguros y suaves.
- Diseñado para mujeres que quieren placer personalizado y sin límites.
El Ibiza es ese juguete que no entiende de rutinas: solo de placer a medida, sin postureos ni complicaciones.
El consejo de la sexóloga
Si buscas una experiencia intensa y diferente, este estimulador de Ibiza te lo pone fácil: doble motor, modos personalizables y materiales seguros para el cuerpo. Su diseño ergonómico y la resistencia al agua lo hacen ideal para explorar nuevas sensaciones, tanto en la ducha como en la intimidad de tu habitación. Recuerda: el placer está en tus manos… ¡y en tu punto G!
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